Había una vez puros pedacitos de cristales separados en el mar, un día empezaron a crear muchas caracolas, algunas más grandes, otras más pequeñas, unas más enroscadas y otras menos enroscadas, pero todas tenían algo en común todas fueron creadas en el corazón del mar de donde provenía el sonido y el mar les regaló un pedazo de su sonido a cada una por esto todas las caracolas tienen el sonido del mar.
Katherine Segovia, 5º B
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